Para Charles Darwin exponer su teoría evolutiva fue como confesar un asesinato


Darwin mantuvo durante años correspondencia regular con el botánico inglés Joseph Hooker (1817-1911), con el que compartió algunos de sus sentimientos más privados.
Investigadores británicos descubrieron ahora esta especial relación entre las más de 1.400 cartas inéditas que el científico escribió y recibió a lo largo de su vida. Fue con Hooker con quien Darwin expuso por primera vez su revolucionaria teoría sobre el origen de las especies, que contradecía directamente a la religión y que sólo compartió con su amigo en prueba de la confianza que le profesaba.
"Cuando llegaron los últimos rayos de luz estaba casi convencido (contrariamente a la opinión con la que comencé) de que las especies (es como confesar un asesinato) no son inmutables", escribió el investigador con esos paréntesis desde la reclusión en la que vivió durante sus años de estudio. Hooker por su parte respondía con preguntas que iniciaron un intenso debate entre ambos, aunque apoyó a su amigo firmemente ante las críticas que recibió en el debate religioso posterior a la publicación del Origen de las especies en 1859.
"Nunca vi a nadie sufrir tanto como el pobre Frank. Se fue al norte de Gales a enterrar el cuerpo en una pequeña iglesia entre las montañas... Me gusta escuchar que está decidido a esforzarse y trabajar en todos los aspectos, pero no sé durante cuanto tiempo será capaz de mantener esta voluntad", explicó Darwin