La empatía: ¿Se aprende?

La empatía es la capacidad de entender los pensamientos y emociones ajenas, de ponerse en el lugar de los demás y compartir sus sentimientos. No es necesario pasar por las mismas vivencias y experiencias para entender mejor a los que nos rodean, sino ser capaces de captar los mensajes verbales y no verbales que la otra persona nos quiere transmitir, y hacer que se sienta comprendida de manera única y especial.

La empatía se da en todas las personas en mayor o menor grado. No se trata de un don especial con el que nacemos, sino de una cualidad que podemos desarrollar y potenciar. La capacidad para la empatía empieza a desarrollarse en la infancia. Los padres son los que cubren las necesidades afectivas de los hijos y los que les enseñan, no solo a expresar los propios sentimientos, sino también, a descubrir y comprender los de los demás. Si los padres no saben mostrar afecto y comprender lo que sienten y necesitan sus hijos, estos no aprenderán a expresar emociones propias y por consiguiente, no sabrán interpretar y sentir las ajenas. De ahí la importancia de una buena comunicación emocional en la familia desde el principio. La capacidad para la empatía se desarrollará más fácilmente en aquellas personas que han vivido en un ambiente en el que han sido aceptadas y comprendidas, han recibido consuelo cuando lloraban y tenían miedo, han visto como se vivía la preocupación por los demás... En definitiva, cuando las necesidades afectivas y emocionales han estado cubiertas desde los primeros años de vida. .

Obstaculos que dificultan la empatía:  Muchas veces hemos podido preguntarnos por qué la gente no busca apoyo en nosotros o se retraen a la hora de hablarnos de sentimientos. Existen una serie de barreras que suelen impedir este acercamiento. Entre los errores que solemos cometer con más frecuencia a la hora de relacionarnos con los demás están esa tendencia a quitarle importancia a lo que le preocupa al otro e intentar ridiculizar sus sentimientos; escuchar con prejuicios y dejar que nuestras ideas y creencias influyan a la hora de interpretar lo que les ocurre; juzgar y acudir a frases del tipo "lo que has hecho está mal", "de esta forma no vas a conseguir nada", "nunca haces algo bien"... ; sentir compasión; ponerse como ejemplo por haber pasado por las mismas experiencias; intentar animar sin más, con frases como "ánimo en esta vida todo se supera"; dar la razón y seguir la corriente....Todo esto, lo único que hace es bloquear la comunicación e impedir que se produzca una buena relación empática.

Por otro lado, Las personas que están excesivamente pendientes de sí mismas tienen más dificultades para pensar en los demás y ponerse en su lugar. Por lo tanto, para el desarrollo de la empatía tendríamos que ser capaces de salir de nosotros mismos e intentar entrar en el mundo del otro

Mahatma Gandhi sostenía lo siguiente “las tres cuartas partes de las miserias y malos entendidos en el mundo terminarían si las personas se pusieran en los zapatos de sus adversarios y entendieran su punto de vista”; en coherencia con ello, él decidió no proceder con violencia en su propósito por lograr la independencia de su país, y contra todo pronóstico la “resistencia pacífica” que propulsó fue el arma decisiva en la consecución de la ansiada liberación de su patria, la India.

Ciertamente no tenemos que ser como Gandhi para darnos cuenta que existen sutiles “armas” que podemos usar en beneficio propio y de los demás, que no son para destruir sino para hacer florecer relaciones provechosas en aras de nuestro crecimiento como seres humanos. Finalmente, no es exagerado sostener que las bases de la moralidad (que siempre es la interior) deben hallarse en la empatía, en la cual a su vez (al ser llevada con integridad) está la raíz del altruismo.

 
Fuentes: www.proyectopv.org - www.facebook.com/#!/notes/beatriz-elena-giarrizzo - www.1.bp.blogspot.com 

Máximas a Merceditas

En las máximas para Merceditas, su hija, redactadas en 1825, el general José Francisco de San Martín decidió escribir una serie de normas para dirigir la educación de su hija, allí quedaron plasmados los pensamientos purísimos del mismísimo Padre de la Patria, aquellos que desbordaban los más nobles valores humanos, como centro de toda su vida, sea como esposo, padre, o militar.

Original en el Museo Mitre
1° Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una Mosca abriendo la ventana para que saliese: Anda, pobre Animal, el Mundo es demasiado grande para nosotros dos.
2° Inspirarla amor a la verdad y odio a 1a mentira.
3°Inspirarla Confianza y Amistad pero uniendo el respeto.
4° Estimular en Mercedes la Caridad con los Pobres.
5° Respeto sobre la propiedad ajena.
6° Acostumbrarla a guardar un Secreto.
7° Inspirarla sentimientos de indulgencia hacia todas las Religiones.
8° Dulzura con los Criados, Pobres y Viejos.
9° Que hable poco y lo preciso.
10° Acostumbrarla a estar formal en la Mesa.
11° Amor al Aseo y desprecio al Lujo.
12° Inspirarla amor por la Patria y por la Libertad.


Boceto de la obra "San Martín, nuestro camino" de Wally Sandrez


Fuentes: educacioninicial.com, acuarela.wordpress.com, leones-distrito1.org.ar y facebook.com/WallyArts

Tribus Urbanas e Identidad Adolescente

Las Tribus Urbanas son grupos sociales en la que los adolescentes buscan construir su identidad y potenciar una imagen social, recreando una nueva “sociabilidad”. Pero, sobre este punto los medios también juegan un rol preponderante y significativo. Lo que, sin dudas, lleva a inferir una especie de alianza tácita entre medios de comunicación y Tribus urbanas.

La antropóloga Constanza Caffarelli, de la Universidad del Centro y autora del libro "Tribus Urbanas/Cazadores de Identidad" asocia el fenómeno con la edad y dice que tiene de favorable que a través de los grupos "los jóvenes van saliendo un poco de sus casas, experimentando socialmente, viendo el afuera y entonces la constitución de estos grupos ayuda a que la salida sea menos traumática y conflictiva". Ser parte de un grupo es una cuestión prototípica de la edad, por eso los padres no deberían preocuparse, dado que el chico está en esa experiencia social como parte de un grupo".


Elementos que caracterizan y definen el fenómeno de las Tribus Urbanas en la actualidad:

· Las denominadas Tribus Urbanas suponen un conjunto de juegos, rituales y códigos representacionales que un individuo corriente no conoce o no maneja. Estos patrones suponen una constante transgresión a las reglas socialmente instituidas.
· El proceso de tribalización supone una apropiación de símbolos y máscaras irreverentes que reafirman la pertenencia grupal.
· La mayoría de las Tribus Urbanas constituyen en sí mismas un discurso de disidencia (la subcultura) y desestabilización del orden adulto, dominante o hegemónico.
· La relación de pertenencia es globalizante, abarcando a veces la existencia completa de todas las dimensiones de la vida de los sujetos. En este sentido, se juega un proceso de des-responsabilización personal de las acciones.
· Música y espectáculo deportivo constituyen los dos circuitos más potentes a través de los cuales las Tribus canalizan sus energías vitales. Mecanismos de cohesión social, quiebre de la realidad cotidiana, instancia de comunión, la fiesta el baile, explosión corporal, estados alterados de conciencia, produciendo, al igual que en la antigüedad, la fusión y comunión cuerpo/espíritu por medio de estos rituales.
· A diferencia de las pandillas juveniles tradicionales donde el hecho delictual tiende a ocultarse, en las Tribus no se disimula, al contrario suele existir una suerte de exhibicionismo exacerbado.


















Fuente: http://blogsdelagente.com y http://www.eldia.com.ar

Hobbes, Rousseau and Pitbull

Entre los siglos XVII y XVIII, con el surgimiento de los Estados Nacionales, los filósofos Thomas Hobbes (ingles), y Jean Jacques Rousseau (suizo) desarrollaron, cada uno por su lado y según su personal mirada, la teoría del contrato social, buscando explicar la necesidad de la política y las relaciones de dominación. A continuación un video realizado por los alumnos de la UAI (Universidad Abierta Interamerica)  de manera muy innovadora y creativa.

El disfraz de las palabras

Generalmente, el disimulo y la simulación son métodos que los políticos y los gobiernos emplean para esconder lo que no saben o no quieren resolver, y el sistema que adoptan pasa a ser el de un vocabulario engañosamente dignificador, el cual es receptado por todos nosotros con una notable docilidad.

Por ejemplo: un hurgador de basura es ahora un clasificador, aunque esa nueva denominación no lo libra de lo inaceptable de su oficio; un niño miserable vive ahora “en situación de calle”, aunque el eufemismo no aplaca su imperdonable abandono; el antiguo cantegril o villa miseria, se llama ahora asentamiento, aunque el cambio de designación no mejora la escandalosa precariedad de sus construcciones ni la penuria e indigencia en que vive su población; una prostituta es ahora una trabajadora sexual, aunque esta nueva alusión no la salva de los riesgos y las miserias de su actividad. Del mismo modo, un menor de edad que mata a alguien, no comete asesinato sino “infracción de homicidio”, y aunque esta frase no cancela un hecho inexcusable, tampoco atenúa la ferocidad del agresor y se limita a enmascarar la gravedad del episodio.

Sin embargo, ese manto púrpura de palabras tramposas también se extiende a la escala internacional, porque los países que solían llamarse “subdesarrollados”, se llaman ahora “emergentes” y los miles de desgraciados que llegan a Europa escapando del hambre o el miedo, ahora se conocen como “indocumentados”, anteponiendo su condición jurídica a su enorme desamparo y olvidando que provienen de las mismas comarcas que esos mismos europeos han explotado durante siglos.

Todo ese juego de palabras engañosas que se ha pasado a utilizar a nivel nacional o mundial, forma parte del ejercicio de la hipocresía, el cual consiste en fingir los sentimientos y no en practicarlos, levantando para ello una vistosa fachada en torno al vacío de la simulación y a la mentira de las proclamas.

Sin embargo, al observar con lupa inquisidora, notamos que estas palabras consoladoras que recubren esa obtusa mentalidad, pasan a ser desmentidas por el propio cuadro que pretenden humanizar. Basta ver que la ilusión de no pertenecer a un país subdesarrollado sino emergente, no suprime la venta masiva de niñas para dedicarlas a la prostitución como en Bangladesh, ni salva en Europa a los inmigrantes africanos de la xenofobia, el trabajo esclavo, el rencor con que son tratados, o la expulsión, como tampoco elimina lo que sucede a diario con los marginalizados miserables de nuestro continente.

Es por eso que valerse de la frase “situación de calle”, no aleja a una cierta minoridad de personajes del consumo de las drogas ni del gradual embrutecimiento que provoca su vagabundeo. No ser un hurgador sino un clasificador, no modifica el pavoroso riesgo sanitario que soportan los adultos y los niños a bordo de sus carros y no impide que su número siga creciendo. Calificar ciertos crímenes como “infracciones de homicidio” no devuelve la vida a las víctimas, no apacigua el dolor de sus deudos ni rebaja la alarma social generada por esa violencia.

En muchos casos, la selección de palabras puede ser un mecanismo perverso, solamente dedicado a convencer al prójimo de que la suerte de otros es menos penosa cuando se atenúa la terminología y se disfraza su verdadera situación que nos rodea.

Solamente los distraídos, los crédulos o los irreflexivos pueden admitir que el manto de las palabras sea algo más que una manipulación o un simulacro para mejorar la imagen del mundo… ¿Vos que opinás?

Texto fuente  http://blogsdelagente.com/taexplicado-/2011/07/28/el-piadoso-disfraz-de-las-palabras/